¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1279

Capitulo 1279

Pero ella seguia sin empujar a Asier, dejando que la abrazara.

No era que

no le importaran los sentimientos de Ramiro, sino que queria que Ramiro entendiera que enamorarse de ella, realmente no valia la pena.

Elia estaba melancolica, desvié su mirada por un instante y se encontré con unos ojos frios y profundos. Iba a apartar la vista, pero la mirada gélida de Asier la atrapé de nuevo.

Ella lo miré directamente, ojo a ojo.

Sus ojos parecfan contener una tormenta de nieve, capaz de devorar su alma.

Elia sentfa su corazon golpear con fuerza, preguntandose qué habia hecho para molestarlo de nuevo.

Mirando fijamente esos ojos tempestuosos de Asier, su corazon latia con fuerza, preocupada por si él perdia la cordura en el barco. Cuando él se enfurecfa, no le importaba el lugar ni la ocasion, “Miren, hay un péjaro pescador! Es tan interesante, también puede nadar, sumergirse en el agua y quedarse alli por varios minutos sin salir’, exclamé Rosalinda de repente, sefialando hacia el lago, emocionada.

La voz de Rosalinda rompi¢ la tension y la incomodidad de Elia, quien rapidamente gir6 su cabeza hacia Rosalinda y sonrié diciendo: “Si, en verdad hay muchas cosas curiosas en este mundo que atin no hemos visto. Debemos viajar mas y descubrir este vasto mundo."g2

"Ya a esta edad, no me queda mucho tiempo para andar viajando”, suspiré Rosalinda con una leve tristeza.

Esas palabras alarmaron a Elia; siempre le habia preocupado que Rosalinda hablara de forma tan negativa, temiendo que hiciera alguna locura. Por eso la habia llevado de viaje.

Y ahora, durante el viaje, habfa escuchado esas palabras desalentadoras.

La cara de Elia, que estaba tensa y avergonzada un momento antes, ahora se enfriaba con preocupacion, sobresaltada por el estado de &nimo de Rosalinda.

Cudnto deseaba Elia poder volver al lado de su madre en ese momento, abrazarla y decirle que no se

preocupara.

Pero Asier la sostenfa y no podia acercarse a Rosalinda.

“i{Hasta los cien afios se puede viajar, y mas cuando apenas tienes cincuenta!”, la voz grave y magnética de Asier reson6 de repente.

El estaba respondiendo a lo que Rosalinda habfa dicho.

En sus palabras, también habia un intento de consolarla.

Elia se sorprendi6, giré la cabeza y miré su perfil. Su rostro masculino y anguloso estaba lleno de una fuerza viril.

Elia se qued¢ sin aliento por un momento ante la presencia de un hombre tan atractivo, que siempre lograba perturbar el alma.

Ademas, su comentario habia sido un intento de ayudarla a consolar a su madre.

Rosalinda no esperaba que Asier respondiera, y mirdndolo incrédula, sonrié y dijo: “El sefior Griera tiene

razon.”

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Capitulo 1279

Rosalinda sonrié forzadamente'y luego miré hacia la distancia.

Ya no se atrevi6 a decir nada mas que pudiera sonar a derrota. Con solo una palabra de Asier, Rosalinda se tensé completamente, sintiendo la presion.

Estaban en una lancha a motor, que avanzaba con suavidad, cuando de repente chocaron con algo en

el agua.

El barco se sacudi6 violentamente.

“jAy!" Elia fue zarandeada por el movimiento brusco.

Los fuertes brazos de Asier la sujetaron con firmeza, evitando que saliera disparada.

"iPlafl” Rosalinda se desequilibré con el vaivén y cayé de cabeza al lago.

El agua salpicé por todas partes mientras Rosalinda se agitaba desesperadamente en la superficie: “jAuxilio!”

Solo alcanz6 a gritar una vez antes de que su cuerpo empezara a hundirse.

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