No Soy Tu Bien Desechable (Fernanda Sierra ) Novela
Capítulo 1142

Capítulo 1142

En ese momento, dentro de casa de la familia Lobo.

“¡Hermano! ¡No tienes idea de lo terrible que fue hoy! ¡Esa gente quería matarnics! ¡Varios desaparecieron sin dejar rastro! ¡Rápido, habla con papá para que atrapé a todos esos tipos!”

Mercedes agarraba del brazo a Jeronimo mientras se quejaba amargamente.

Jeronimo ya se sentía mareado por los tirones de Mercedes; haber sido despertado en medio de la noche por Mercedes ya había sido suficiente para desesperarlo, pero lo peor era que Mercedes le había estado hablando al oído sin parar, y nada de lo que decía tenía sentido. ¡Él no tenía idea de qué estaba pasando!

¡Hermano! ¡Prométemelo! ¡Dime que sí!”

Mercedes sacudía el brazo de Jeronimo, quien finalmente dijo: “¡Basta! ¡Para ya!”

Jeronimo finalmente se despertó del todo: “¿Podrías al menos decirme quiénes eran esas personas?”

Desde que había empezado a hablar hasta ahora, Mercedes solo había mencionado ‘ellos‘ y ‘esa gente. Después de media hora, jél todavía no sabía quiénes eran!

Mercedes dijo: “La líder era Ludovica“.

“¿Y qué pasó con Ludovica?”

“…Murió“.

“¿Y los demás?”

“No sé“.

Jeronimo se dejó caer en el sofá, completamente agotado.

“¡Hermano!”

“¡Yo no soy un dios! ¿Cómo voy a encontrar a gente que ni Fabio ni Oriol pueden encontrar?”

Definitivamente, su hermana lo tenía en demasiada alta estima.

Incluso si Rogelio estuviera vivo, probablemente tampoco sabría quiénes eran esos tipos.

En el segundo piso, Oriol salió de su habitación con el rostro tenso y dijo: “Si quieren charlar, vayan a sus habitaciones. No me dejan dormir“.

“¿Acabas de llegar y ya estás cansado?”

Mercedes, debido el shock de esta noche, no podía dormir en lo absoluto.

Recordaba que Oriol solía no dormir por las noches.

“¿A ti qué te importa?”

Oriol dijo: “Si no te callas, haré que te cosan la boca“.

Después de decir esto, Oriol regresó a su habitación.

En ese momento, Jeronimo estaba eternamente agradecido con Oriol, deseando poder volver a dormir. Entonces, con sincera preocupación, le dio unas palmaditas en la mano a Mercedes y dijo: “Mercedes, sé que te asustaste hoy. Hablemos de esto mañana.”

Jeronimo se levantó del sofá y corrió hacia el segundo piso.

Al ver que Jeronimo no la ayudaría, Mercedes sacó su teléfono y marcó el número de su padre mientras murmuraba: “Si tú no hablas con papá, yo lo haré. Con papá involucrado, todos esos malvados detrás de escena serán atrapados“.

El teléfono sonó dos veces del otro lado.

Por lo general, a esta hora, el abuelo Parra siempre contestaba sus llamadas, pero después de tanto tiempo, la llamada seguía sin ser atendida. Mercedes miró su teléfono confundida, asegurándose de no haber marcado el número incorrecto, y luego intentó llamar de nuevo.

Normalmente, su papá la mimaba más que a nadie y nunca ignoraría sus llamadas.

¿Qué pasaba hoy?

Mercedes miró a la hora.

¿Será que su papá se había ido dormir temprano y no escuchaba el teléfono?

Bueno, mejor lo llamaba mañana a ver.

Mercedes guardó su teléfono y también subió las escaleras hacia su habitación

A la mañana siguiente.

Fernanda se despertó en su cama y, por costumbre, extendió la mano para tocar el espacio vacío a su lado, pero no encontro a nadie. Abrió los ojos y vio que Fabio, quien debería haber estado allí, había desaparecido.

“¿Fabio?”